El reloj avanza para Windows 10. El próximo 14 de octubre de 2025, Microsoft dejará de ofrecer soporte oficial para este sistema operativo, dejando a millones de dispositivos vulnerables a ciberataques. En Alemania, 32 millones de dispositivos (65 % de los ordenadores domésticos) aún funcionan con Windows 10, mientras que solo un 33 % ha migrado a Windows 11. Este escenario plantea una pregunta crítica: ¿están los usuarios y las empresas preparados para el salto?
Un riesgo más grave que el fin de Windows 7
El experto en seguridad informática Thorsten Urbanski de ESET advierte que esta situación es incluso más peligrosa que el fin del soporte de Windows 7 en 2020. “En aquel entonces, más del 70 % de los usuarios ya había migrado a Windows 10. Ahora, la mayoría sigue usando Windows 10, dejando millones de dispositivos expuestos una vez que se terminen las actualizaciones de seguridad”, señala Urbanski.
Los sistemas sin soporte son el objetivo preferido de los ciberdelincuentes, que explotan vulnerabilidades conocidas para ejecutar ataques como ransomware, robo de datos e incluso espionaje corporativo. Estos riesgos no solo afectan a usuarios individuales, sino también a empresas y organizaciones que operan con sistemas desactualizados.
Consecuencias para usuarios y empresas
El fin del soporte de Windows 10 implica que las futuras vulnerabilidades de seguridad no serán parcheadas. Esto pone en riesgo datos sensibles, incluyendo información financiera, contraseñas y documentos corporativos. Las empresas que no actúen enfrentan problemas adicionales:
- Ataques de ransomware: Los sistemas obsoletos son blancos fáciles para los atacantes que buscan bloquear datos críticos y exigir rescates.
- Incompatibilidad tecnológica: La falta de soporte puede generar problemas con software y hardware modernos, afectando la productividad.
- Riesgos legales y normativos: Operar con software desactualizado puede violar regulaciones de protección de datos, exponiendo a las empresas a multas y pérdida de confianza de sus clientes.
Opciones para usuarios y empresas
Microsoft ha anunciado un programa de soporte extendido para Windows 10, disponible tanto para empresas como para usuarios individuales. Sin embargo, este servicio será costoso y su precio se incrementará con cada año adicional, lo que lo convierte en una solución poco viable a largo plazo.
Para quienes buscan una alternativa más sostenible, Urbanski recomienda migrar lo antes posible a Windows 11 o considerar sistemas operativos alternativos como distribuciones de Linux, especialmente para equipos más antiguos.
Medidas clave para proteger tus dispositivos
El equipo de expertos de ESET propone una serie de medidas para garantizar la seguridad de los sistemas antes y después del fin del soporte de Windows 10:
- Actualizar a Windows 11 o Linux: Planifica la migración con antelación para evitar problemas de compatibilidad y asegurar que tu equipo esté protegido.
- Mantén tus sistemas actualizados: Asegúrate de que todos los componentes de hardware, firmware y software reciban actualizaciones regulares. Activa las actualizaciones automáticas siempre que sea posible.
- Usa herramientas de seguridad avanzadas: Instala un software de seguridad confiable con protección contra exploits, escaneo en la nube y sistemas de defensa proactiva contra amenazas desconocidas.
- Limita los permisos de administrador: Opera con cuentas de usuario estándar y utiliza permisos de administrador solo cuando sea estrictamente necesario.
- Realiza copias de seguridad frecuentes: Respalda tus datos en dispositivos externos o servicios en la nube para protegerte en caso de ataques o fallos del sistema.
- Evalúa la infraestructura tecnológica: Especialmente en entornos corporativos, analiza los sistemas que dependen de Windows 10 y planifica su actualización o sustitución.
Impacto global del fin de Windows 10
La situación no se limita a Alemania. En Austria y Suiza, el 63 % y 56 % de los dispositivos, respectivamente, siguen utilizando Windows 10, sumando un total de más de 35 millones de equipos en el área DACH (Alemania, Austria, Suiza). Esta tendencia también se refleja en otros países, lo que subraya la necesidad de una migración global coordinada para minimizar los riesgos.
Un futuro más seguro: la oportunidad de la transición
Si bien el fin del soporte de Windows 10 representa un desafío de seguridad, también es una oportunidad para actualizar y optimizar las infraestructuras tecnológicas. Migrar a Windows 11 no solo mejora la seguridad, sino que también permite aprovechar nuevas funciones, mejor rendimiento y compatibilidad con hardware y software modernos.
Además, para aquellos que buscan mayor flexibilidad y control, sistemas como Linux ofrecen opciones adaptadas a diferentes necesidades, desde entornos personales hasta servidores empresariales.
Conclusión
El fin del soporte de Windows 10 es un recordatorio contundente de que la ciberseguridad no puede tomarse a la ligera. Con millones de dispositivos en riesgo, es crucial que tanto los usuarios individuales como las empresas actúen con anticipación, implementando actualizaciones, migraciones y estrategias de protección robustas.
En un mundo digital cada vez más interconectado, la seguridad no es una opción, sino una responsabilidad. 2025 puede ser el año para renovar no solo tus sistemas operativos, sino también tus prácticas de ciberseguridad, asegurando que estás preparado para enfrentar los desafíos del futuro.
vía: Noticias seguridad