Seguridad del correo electrónico en 2023: Las reglas clave de DMARC para una autenticación eficaz

En el cambiante panorama de la seguridad del correo electrónico, la autenticación se ha convertido en una parte crítica para garantizar la seguridad de las comunicaciones empresariales. Un componente esencial de esta autenticación es DMARC, o «Domain-based Message Authentication, Reporting & Conformance». Para aquellos que están iniciándose en el análisis y la autenticación de correo electrónico DMARC, existen ciertas reglas que, al seguirlas, pueden cambiar significativamente la eficacia de su proceso de autenticación de correo electrónico.

DMARC es un protocolo de seguridad del correo electrónico que se encarga de verificar que el remitente de un correo electrónico es quien afirma ser, lo que reduce la falsificación de dominios. Creado para prevenir ataques de phishing y otros tipos de ataques por correo electrónico, DMARC ha demostrado ser un aliado valioso en la mejora de la seguridad del correo electrónico.

La configuración de DMARC implica establecer registros DNS para el dominio que se desea proteger. Si alguien intenta enviar un correo electrónico desde ese dominio sin utilizar DMARC, no podrá hacerlo a menos que tenga una clave pública asociada a ese dominio. Esto asegura que solo los correos electrónicos auténticos lleguen a las bandejas de entrada de los destinatarios y, al mismo tiempo, permite configurar notificaciones para los mensajes que provienen de fuera de la red.

La implementación de DMARC en una empresa implica seguir una serie de reglas. Entre las más importantes se encuentran: tener un registro TXT para la política DMARC en el DNS; utilizar políticas p=reject o p=quarantine para bloquear mensajes no autenticados; asegurarse de que todas las políticas tengan registros SPF y firmas DKIM únicos si se utilizan varias políticas; y publicar un registro DMARC que contenga la dirección de correo electrónico del administrador para recibir informes DMARC de otras organizaciones.

Además, existen reglas adicionales de DMARC que proporcionan una mayor protección. Entre ellas se incluye la configuración de una política DMARC para los dominios inactivos o aparcados, la recomendación de tener un solo registro SPF y DMARC por dominio y la necesidad de activar la verificación de dominio externo para recibir informes DMARC en un correo electrónico externo.

Es importante destacar que DMARC no es una solución total contra todos los ataques. Se debe contar con un antivirus y un cortafuegos fiables junto con DMARC para aumentar la seguridad.

En las primeras etapas del proceso de autenticación, puede que no sea necesario cumplir con todas las reglas DMARC. Se podría comenzar con una política de no rechazo para supervisar los canales de correo electrónico antes de comprometerse a la aplicación completa de DMARC. Es vital determinar el ritmo adecuado para cada empresa, comenzando lentamente con políticas más laxas para mantener el control total sobre los protocolos hasta que se esté preparado para optar por la aplicación total.

credibilidad y la reputación de la empresa. Además, contribuye a la protección de los clientes y socios comerciales de la organización contra los correos electrónicos fraudulentos y los ataques de phishing, que se han convertido en una creciente preocupación en la era digital.

Las reglas de DMARC no solo implican la implementación del protocolo, sino que también suponen un cambio de mentalidad respecto a la seguridad del correo electrónico. Requieren un compromiso activo y constante para seguir aprendiendo, adaptándose a las nuevas amenazas y optimizando las políticas y procedimientos de seguridad. Como protocolo de seguridad, DMARC es una herramienta poderosa, pero su eficacia se potencia con una buena gestión y una estrategia de seguridad integral.

Uno de los aspectos más importantes de DMARC es su capacidad para ofrecer visibilidad y control sobre la forma en que se utiliza el dominio de una organización en el correo electrónico. Al configurar las políticas de DMARC, las empresas pueden determinar cómo se manejan los mensajes que fallan en las verificaciones de autenticación, proporcionando una capa adicional de protección contra los abusos de correo electrónico.

Además, las capacidades de informes de DMARC permiten a las organizaciones monitorear y analizar la actividad de su correo electrónico. Los informes DMARC proporcionan información detallada sobre quién está enviando correo electrónico en nombre de su dominio, lo que puede ser invaluable para identificar y responder a las amenazas de seguridad.

Por último, es importante recordar que la implementación de DMARC es un proceso evolutivo. No es un «configúralo y olvídalo», sino un componente vital y activo de la estrategia de seguridad de correo electrónico de una organización. Se deben revisar y ajustar regularmente las políticas de DMARC para asegurarse de que siguen siendo efectivas ante las cambiantes tácticas y técnicas de los atacantes.

En conclusión, la implementación y el seguimiento correctos de las reglas de DMARC en 2023 es un paso crítico hacia la mejora de la seguridad del correo electrónico y la protección de la valiosa información y la reputación de una organización. Con el protocolo DMARC como parte integral de su estrategia de seguridad de correo electrónico, las organizaciones pueden fortalecer su postura de seguridad y estar mejor preparadas para enfrentar los desafíos de seguridad del correo electrónico del futuro.

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