Una nube bare-metal es un servicio en la nube que permite a los usuarios acceder a servidores físicos dedicados administrados y mantenidos por un proveedor de servicios administrados externo. El término «bare-metal» hace referencia a un ordenador sin sistema operativo ni aplicaciones instaladas, que incluye solo los componentes de hardware esenciales como placas base, CPU, discos duros y tarjetas de red.
En un servidor dedicado bare-metal, el sistema operativo se instala directamente en el disco duro físico y las aplicaciones se ejecutan de manera nativa, sin virtualización, aunque es fácil también instalar un hipervisor para virtualizar e incluso usar almacenamiento centralizado en red. Esto permite que los usuarios tengan el control total y acceso a toda la potencia de procesamiento del hardware físico, lo que resulta en un máximo rendimiento y una menor latencia en comparación con las máquinas virtuales.
¿Cómo funciona una nube bare-metal?
En una nube bare-metal, los proveedores alquilan recursos de hardware físicos dedicados a los clientes a través de la nube pública. Los clientes tienen el control total de uno o más servidores físicos en el entorno de hospedaje en la nube. A diferencia de los servicios de nube tradicionales, que utilizan servidores multi-cloud virtualizados, las soluciones de nube bare metal son de inquilino único, lo que significa que los recursos de hardware no se comparten con otros usuarios.
Para utilizar una nube bare-metal, los clientes alquilan servidores dedicados básicos a través de un proveedor de servicios administrados. Tienen acceso directo al hardware del sistema y al sistema operativo. Las aplicaciones se instalan y se ejecutan directamente en el hardware físico.
El proveedor de la nube se encarga de gestionar el centro de datos con el hardware físico, incluyendo los servidores, los componentes de red y el almacenamiento, así como los servicios de seguridad locales. Por su parte, las responsabilidades del cliente incluyen la administración, configuración y licencias de los sistemas operativos, aplicaciones y bases de datos en la instancia bare-metal.
Nube bare-metal versus otros modelos de servicio en la nube
La nube bare-metal se diferencia de otras soluciones en la nube, como los servidores dedicados y la infraestructura como servicio (IaaS). En una nube bare metal, los clientes tienen un acceso exclusivo y control total sobre los recursos de hardware. Esto evita la contención de recursos y permite una optimización máxima del rendimiento.
Comparado con el modelo de servidores dedicados tradicionales, donde los clientes administran y mantienen los servidores, la nube bare metal presta los servicios a través de la nube. El proveedor de la nube se encarga de la administración y mantenimiento del hardware, así como de configurar el software y las aplicaciones que se ejecutan en el hardware.
Cuándo utilizar una nube bare-metal
Las soluciones de nube bare-metal son ideales para casos de uso que requieran alto rendimiento y control total del hardware físico. Algunos escenarios de uso adecuados para una nube bare-metal incluyen:
- Servidores de videojuegos, que necesitan recursos de hardware dedicados y una baja latencia para una experiencia de juego optimizada.
- Desarrollo de aplicaciones con arquitectura nativa de la nube y un amplio uso de contenedores y orquestación.
- Procesamiento de bigdata, donde se requiere una gran cantidad de recursos sin la sobrecarga de virtualización.
- Proyectos de inteligencia artificial, aprendizaje automático y procesamiento de lenguaje natural, que demandan un acceso a nivel de raíz para ajustar los recursos del servidor durante el entrenamiento de modelos de aprendizaje automático.
En resumen, la nube bare-metal proporciona a las organizaciones una mayor escalabilidad, rendimiento y control sobre sus recursos de hardware, lo que la convierte en una opción atractiva para ciertos casos de uso específicos.