A medida que el estudio sobre el futuro del marketing avanza, surge un fenómeno curioso respecto a la adopción de la inteligencia artificial (IA) en el sector. A pesar de que un 89% de los profesionales del marketing utiliza regularmente herramientas de IA, solo un 18% de las organizaciones ha logrado integrar completamente estas tecnologías en sus flujos de trabajo. Esta discrepancia revela un desafío significativo para la industria.
La IA, especialmente en su variante generativa, está transformando el marketing. Un 62% de los marketeros que emplean estas herramientas han visto un incremento en su eficiencia, con plataformas como ChatGPT ganando popularidad. Sin embargo, este avance trae consigo una inquietud acerca del impacto de la IA en el empleo. Mientras un 46% de los encuestados espera que surjan nuevos puestos laborales gracias a la IA, un 44% teme posibles despidos. Las nuevas capacidades generadas por la IA podrían redefinir los roles tradicionales en marketing más allá de simplemente reemplazarlos.
Por otro lado, el 52% de las organizaciones todavía se encuentra probando y explorando la IA, lo que sugiere que gran parte del sector sigue en etapa experimental. La integración con sistemas preexistentes es el mayor desafío, citado por un 41% de los marketeros. Esto se debe a las dificultades que presentan las plataformas antiguas y las bases de datos fragmentadas, lo cual complica la implementación de la IA sin trastocar el funcionamiento actual.
La disparidad entre la valoración de la IA y su integración activa preocupa a los expertos. Aunque el 51% de los marketeros reconoce que la IA tendrá un impacto notable en el futuro, no figura como una prioridad para el próximo año en muchas organizaciones.
Además, la calidad de los datos representa un obstáculo inmediato para la personalización, un área clave de la IA. A pesar de que el 68% de los marketeros prevé que la hiperpersonalización será común, un 72% señala que la calidad y la coherencia de los datos son barreras principales para su aplicación eficaz. Esto destaca una paradoja importante: pese al potencial de la IA para mejorar la personalización, las empresas aún batallan para unificar y limpiar sus datos de manera adecuada.
En conclusión, la inteligencia artificial está revolucionando el trabajo de los marketeros, pero la falta de integración y preparación de las organizaciones impide su adopción total. Aquellas empresas que no prioricen el desarrollo de una infraestructura de datos robusta corren el riesgo de quedarse rezagadas en un entorno donde la IA será cada vez más crucial en el marketing.
