El Día Internacional de las Cardiopatías Congénitas, celebrado el 14 de febrero, destaca los avances significativos en el diagnóstico y tratamiento de estas afecciones que afectan aproximadamente al 1% de los recién nacidos. El doctor José Miguel Galdeano, jefe de Cardiología Infantil en el Hospital Quirónsalud Bizkaia, se muestra optimista respecto al futuro de los pacientes, afirmando que el 90% de estos niños tiene un pronóstico favorable, lo que les permite llevar vidas plenas y saludables.
A pesar de la prevalencia de estas malformaciones, las causas específicas solo se conocen en el 10% de los casos. Entre estas, algunas se deben a factores genéticos, mientras que otras están relacionadas con condiciones como la diabetes materna o el uso de ciertos medicamentos durante el embarazo. Sin embargo, la mayoría de los casos no tienen una causa identificable. En contraste, las cardiopatías en adultos generalmente se asocian a factores de riesgo como la obesidad, la diabetes o la hipertensión. El doctor Galdeano enfatiza la importancia de que las familias comprendan que, aunque el diagnóstico inicial puede ser difícil, las expectativas de vida para la mayoría de los niños son alentadoras.
El diagnóstico prenatal es crucial, pudiéndose detectar casi el 100% de las cardiopatías congénitas durante el embarazo, lo que facilita la preparación para el cuidado médico al nacer. La ecografía de la semana 20 es fundamental para identificar malformaciones cardíacas. Si existen sospechas en las ecografías de rutina, las madres son derivadas a un cardiólogo pediátrico para realizar un ecocardiograma fetal.
La calidad de vida y las expectativas para estos niños han mejorado drásticamente en las últimas décadas gracias a los avances médicos. Desde casos leves que requieren solo seguimiento hasta aquellos que precisan cirugía, el pronóstico es mucho más positivo. «Existen cardiopatías que se solucionan por completo con cirugía y no requieren intervenciones adicionales. Otras pueden requerir revisiones o nuevos procedimientos, pero en general, la calidad de vida ha progresado mucho en la última década», asegura el doctor Galdeano.
Los soplos cardíacos son una de las principales razones de consulta en Cardiología Infantil y suelen generar mucha preocupación en los padres. Sin embargo, la mayoría son benignos, afectando al 99% de los casos sin implicar problemas de salud serios. Los soplos, que son sonidos detectables con un fonendoscopio, son generalmente inocentes, y las sofisticadas ecografías actuales ayudan a confirmar la ausencia de anomalías estructurales, eliminando cualquier duda.
En el ámbito de la innovación, el uso de modelos 3D personalizados del corazón es uno de los avances más destacados. Estos modelos, generados a partir de imágenes por TAC o resonancia magnética, permiten visualizar la anatomía específica de cada paciente, facilitando intervenciones quirúrgicas más seguras y precisas. Esto puede reducir no solo el tiempo de operación sino también mejorar los resultados postoperatorios. Además, la cirugía fetal intrauterina ha surgido como una técnica pionera para tratar anomalías cardíacas graves antes del nacimiento. Aunque actualmente se lleva a cabo en centros especializados, está en desarrollo y representa un campo de investigación prometedor.