El próximo 27 de enero de 2025 será una fecha clave para las telecomunicaciones en España. Telefónica, en cumplimiento con las directrices de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), pondrá fin al uso de la tecnología TDM (Multiplexación por División de Tiempo) para la interconexión de llamadas de voz. Este paso histórico marcará el tránsito definitivo hacia la voz sobre IP (VoIP), consolidando la tecnología IP (Protocolo de Internet) como el nuevo estándar en las comunicaciones.
La era de TDM: un pilar en las telecomunicaciones
La tecnología TDM fue introducida en la década de 1960 como una innovación revolucionaria para gestionar múltiples señales de comunicación a través de un único canal. Este método organizaba las señales en intervalos de tiempo específicos, permitiendo transmitir simultáneamente varias conversaciones por una sola línea física. Durante décadas, TDM fue la columna vertebral de las redes de telecomunicaciones en todo el mundo.
En España, TDM facilitó servicios emblemáticos como la telefonía digital, el ADSL y la televisión digital. Su adopción marcó un avance significativo respecto a las tecnologías analógicas anteriores, mejorando la calidad de las llamadas, reduciendo el ruido en la línea y optimizando el uso de las infraestructuras existentes. Sin embargo, a medida que la tecnología evolucionó, comenzaron a aparecer sus limitaciones.
¿Por qué reemplazar TDM?
Aunque TDM desempeñó un papel crucial en el desarrollo de las telecomunicaciones, su obsolescencia es hoy evidente. Según datos de la CNMC, para finales de 2023, menos del 0,2 % del tráfico de llamadas en España seguía cursándose a través de esta tecnología. Las razones para abandonar TDM incluyen:
- Falta de flexibilidad: La tecnología TDM está diseñada para redes fijas y carece de capacidad para adaptarse a las demandas de las redes modernas, que requieren interoperabilidad y escalabilidad.
- Problemas de mantenimiento: La escasez de repuestos y personal especializado hace que el mantenimiento de las redes TDM sea costoso y complicado.
- Ineficiencia energética: Comparada con la tecnología IP, TDM consume más energía y presenta mayores costes operativos.
- Compatibilidad limitada con tecnologías emergentes: TDM no es adecuada para integrar aplicaciones y servicios modernos como el 5G, IoT o comunicaciones en tiempo real basadas en datos.
Desde 2018, Telefónica ha trabajado en la transición hacia redes basadas en IP, respaldada por la aprobación de la Oferta de Interconexión de Redes (OIR). Este proceso gradual culminará con el cierre definitivo de las 49 centrales TDM restantes en España, distribuidas en 21 áreas troncales.
La revolución de IP: el futuro de las telecomunicaciones
El cambio a la tecnología IP no solo moderniza las telecomunicaciones, sino que también introduce importantes beneficios:
- Calidad de servicio: La tecnología VoIP permite una calidad de audio superior, con mayor claridad y estabilidad en las llamadas.
- Reducción de costes operativos: Al abandonar las infraestructuras TDM, las operadoras optimizan recursos y reducen gastos.
- Sostenibilidad: Las redes IP son más eficientes energéticamente, contribuyendo a un menor impacto ambiental.
- Preparación para el futuro: Las redes basadas en IP son esenciales para servicios avanzados como videollamadas, aplicaciones de mensajería, 5G y IoT.
Un hito en la evolución tecnológica
El cierre de las redes TDM se suma a otros procesos de modernización liderados por Telefónica, como el apagado de las redes de cobre previsto para 2026. Este cambio no solo marca el fin de una era, sino que refuerza la posición de España como líder en telecomunicaciones, alineada con los estándares tecnológicos globales.
La transición a VoIP asegura una red más eficiente, sostenible y adaptada a las necesidades del siglo XXI. Este momento histórico simboliza el avance hacia un futuro donde la tecnología IP será el corazón de todas las comunicaciones.