La inteligencia artificial (IA) está transformando radicalmente el panorama empresarial, pero a medida que las inversiones en esta tecnología crecen, también aumenta la preocupación sobre su verdadera efectividad. Un reciente informe señala que, aunque Gartner predice que para 2028 al menos el 15% de las decisiones laborales serán tomadas de manera autónoma gracias a la IA agentiva, muchas organizaciones aún no experimentan un impacto positivo en sus balances financieros. Este desajuste es evidente ya que el porcentaje de empresas que han abandonado sus iniciativas de IA ha aumentado al 42%, comparado con el 17% del año anterior.
A pesar de que el 92% de las compañías están incrementando su inversión en IA, muchos de estos esfuerzos no están produciendo los resultados esperados. Las empresas suelen llevar a cabo experimentos aislados sin un enfoque estructurado que promueva una transformación integral. Según McKinsey, el verdadero potencial de la IA se desbloquea a través de un cambio holístico que transforma modelos de negocio, estructuras de costos y flujos de ingresos.
Para cerrar la brecha de valor de la IA, es fundamental abordar varios aspectos en su implementación. En primer lugar, es esencial que los líderes de negocio impulsen la agenda de IA desde el inicio, asegurando que las iniciativas respondan a las necesidades del cliente y las oportunidades del sector. Un ejemplo exitoso es el de una gran organización de inversión que creó roles específicos relacionados con la IA, lo que permitió el lanzamiento de nuevos productos y una mejor atención al cliente.
Además, es crucial rediseñar los incentivos organizacionales para promover la adopción efectiva de la IA. Las métricas de desempeño deben centrarse en resultados reales, no solo en el interés teórico. Por ejemplo, una empresa que estandarizó definiciones de procesos logró que los gerentes de producto priorizaran la automatización, facilitando la adopción de estructuras apoyadas por IA.
El liderazgo de recursos humanos también juega un papel crucial en esta transformación, ayudando a comunicar los beneficios de la IA y fomentando el compromiso de los empleados. Ofrecer formación adaptada que potencie el conocimiento sobre la IA es esencial para alcanzar el éxito.
La implementación de modelos de gobernanza sólidos desde el principio es otro aspecto clave. Estos marcos deben permitir la innovación rápida sin comprometer la conformidad legal o la integración operativa, creando así un entorno propicio para el desarrollo de soluciones de IA.
Asimismo, las organizaciones deben seleccionar los socios adecuados para acelerar su transformación hacia la IA, eligiendo aquellos que aporten experiencia técnica y conocimiento específico del sector. Por ejemplo, una compañía aseguradora que colaboró con un socio de transformación de IA desarrolló un marco efectivo que priorizaba los casos de uso y medía el impacto en la productividad.
Por último, es vital que las empresas midan resultados significativos, enfocándose en indicadores clave de rendimiento en lugar de solo considerar los costos de la IA. De esta manera, estarán mejor preparadas para realizar decisiones informadas de inversión, incluso en un entorno tecnológico incierto.
Convertirse en una organización centrada en la IA requiere transformar múltiples dimensiones simultáneamente, desde la estrategia y la cultura hasta la infraestructura y el desarrollo de talento. Estas iniciativas integradas no solo mejoran las operaciones, sino que también se traducen en significativos ahorros de costos y en el crecimiento de ingresos, demostrando que la clave para el éxito radica en una evolución sincronizada de la tecnología, los procesos y las personas.
