Netflix no solo cambia de catálogo, también cambia de “motor” bajo el capó. Según su último artículo técnico, alrededor de un 30 % de todas las horas de visionado en la plataforma ya se codifican y distribuyen en AV1, el códec abierto de la Alliance for Open Media (AOMedia) pensado específicamente para streaming a gran escala. AV1 ha pasado de experimento a infraestructura crítica… justo cuando AV2 asoma en el horizonte como el siguiente salto generacional.
A continuación, se analiza qué está haciendo Netflix exactamente, por qué AV1 importa tanto desde el punto de vista técnico y qué se puede esperar de AV2 en los próximos años.
Del H.264 de “toda la vida” a un stack de códecs más complejo
Durante más de una década, el códec dominante en Netflix ha sido H.264/AVC: compatible prácticamente con cualquier dispositivo, pero con una eficiencia limitada para los estándares actuales de 4K, HDR y high frame rate (HFR).
Con la llegada de HEVC/H.265 se consiguió una mejora importante de compresión, pero a cambio de un ecosistema de licencias fragmentado y complejo, con varios patent pools y costes de uso nada triviales. AV1 nace precisamente como respuesta a ese escenario:
- Códec abierto, impulsado por AOMedia.
- Diseñado para entornos IP y streaming adaptativo (DASH, HLS).
- Ganancias de compresión significativas frente a AVC, y competitivas frente a HEVC.
- Modelo de licencias pensado para reducir la fricción de adopción.
En la práctica, hoy Netflix opera con un trípode de códecs:
- AVC (H.264) para retrocompatibilidad y dispositivos legacy.
- HEVC (H.265) para ciertos perfiles 4K y HDR donde no hay soporte AV1.
- AV1, que ya representa ~30 % del viewing y crece a medida que el parque de dispositivos compatibles se expande.
Qué aporta AV1 en términos medibles: calidad, bits y estabilidad
Netflix aporta métricas internas que permiten hacerse una idea precisa del impacto de AV1:
- Calidad percibida (VMAF)
A igualdad de condiciones de codificación, las sesiones AV1 logran de media:- ~+4,3 puntos VMAF frente a AVC.
- ~+0,9 puntos VMAF frente a HEVC.
- Uso de ancho de banda
En sus pipelines de producción, AV1 permite reducir el bitrate alrededor de un tercio respecto a AVC y HEVC, para una misma calidad perceptiva media. - Fiabilidad (buffering)
Esa ganancia de eficiencia se traduce en hasta un 45 % menos de interrupciones por buffering en las sesiones servidas con AV1 frente a las basadas en los códecs anteriores.
Si se mira desde el plano de redes, hay dos efectos clave:
- Menos tráfico por usuario para la misma experiencia, algo crítico para un servicio con cientos de millones de abonados.
- Menor presión sobre la infraestructura de los ISPs, lo que mejora la convivencia de Netflix con el resto de servicios que comparten las mismas redes de acceso.
Cómo ha desplegado Netflix AV1: pipeline y certificación de dispositivos
El despliegue de AV1 en Netflix no es solo “marcar un flag” en el codificador. Implica cambios coordinados en toda la cadena:
1. Codificación y empaquetado
- Netflix usa un pipeline de codificación per-title: cada título se analiza para elegir el ladder de bitrates y resoluciones óptimo, con ajustes finos específicos para AV1.
- La salida se empaqueta normalmente en DASH y HLS, con múltiples representaciones (distintos bitrates y resoluciones) por cada códec.
- Se emplean métricas como VMAF, PSNR y SSIM para ajustar parámetros de rate control, GOP structure, tiling y herramientas específicas de AV1.
2. Cliente y selección de formato
En el extremo del usuario, el cliente de Netflix (aplicación o navegador) decide qué formato usar en función de:
- Capacidad del dispositivo (decodificador hardware AV1, HEVC, solo AVC, etc.).
- Sistema operativo, navegador y soporte de Media Source Extensions (MSE) y DRM.
- Perfil del usuario (calidad de vídeo seleccionada, 4K, HDR, etc.).
El mismo título puede tener disponibles pistas en AVC, HEVC y AV1. El cliente negocia con el backend y selecciona la mejor combinación posible: codec + perfil + bitrate, en función de lo que soporta el dispositivo y de la calidad objetivo.
3. Certificación de dispositivos
Netflix mantiene un programa estricto de certificación de dispositivos. Desde 2019, AV1 forma parte del conjunto de pruebas:
- Verificación de conformidad de bitstream (el decodificador reproduce correctamente streams AV1 estándar).
- Pruebas de rendimiento: capacidad para reproducir 4K@60 fps en pantallas grandes sin frame drops ni sobrecalentamiento.
- Validación de DRM y pipeline de vídeo completo (decodificación, escalado, mapeo de tonos, color management).
Según los propios datos de la compañía, en los últimos cinco años cerca del 88 % de los dispositivos de gran pantalla enviados a certificación ya incorporaban soporte AV1, y desde 2023 casi todos los nuevos superan esos test con soporte completo para 4K.
En paralelo, el decodificador software dav1d (optimizaciones SIMD para ARM y x86) permite llevar AV1 a móviles y navegadores donde el hardware específico aún no está disponible, manteniendo un consumo de CPU razonable.
HDR10+ sobre AV1: metadatos dinámicos y mapeo adaptativo
Netflix fue de las primeras plataformas en empujar el HDR a gran escala con formatos como Dolby Vision y HDR10. Con AV1, ha dado un paso más incorporando HDR10+ sobre este códec:
- HDR10+ añade metadatos dinámicos (por escena o incluso por fotograma) que permiten al televisor ajustar el mapeo de tonos según el contenido y sus capacidades de pantalla.
- Combinado con AV1, esto permite optimizar simultáneamente el bitrate y la experiencia HDR, evitando tener que sobredimensionar la tasa de bits para conservar detalle en altas luces o sombras profundas.
En términos de catálogo, Netflix afirma que alrededor del 85 % de las horas de visionado de títulos HDR ya cuentan con versiones AV1+HDR10+, con la intención de alcanzar prácticamente el 100 %.
Desde el punto de vista técnico, la combinación AV1 + HDR10+ supone:
- Un bitstream de vídeo AV1 con transfer function PQ y espacio de color rec.2020.
- Metadatos dinámicos compatibles con la especificación HDR10+.
- Una integración con el player del dispositivo que respete la cadena de color hasta el panel (evitando reprocesados innecesarios).
Film Grain Synthesis (FGS): grano cinematográfico con menos bits
Una de las herramientas más interesantes de AV1 es Film Grain Synthesis (FGS):
- El codificador detecta y separa el grano de la señal de vídeo original.
- Codifica la imagen “base” sin grano, lo que reduce la entropía y, por tanto, el bitrate necesario.
- En lugar de enviar el grano completo, se incluyen en el bitstream parámetros estadísticos que describen cómo debe reconstruirse el grano en el decodificador.
- El cliente “resintetiza” el grano en el lado de reproducción, aplicándolo sobre la imagen base de forma consistente con el material original.
En la práctica, esto permite:
- Mantener una apariencia fílmica muy próxima a la del máster de cine.
- Evitar artefactos típicos de compresión (bloques, banding) que aparecen cuando se intenta codificar grano intenso a bitrates limitados.
- Reducir el bitrate de forma muy significativa: Netflix habla de casos con reducciones cercanas al 60–66 % frente a codificaciones AV1 sin FGS que logran calidad comparable.
A nivel de pipeline, FGS obliga a:
- Ajustar la cadena de codificación para soportar parametrización de grano en preprocesado.
- Verificar que los decodificadores en dispositivos soportan correctamente la herramienta de AV1 y aplican el grano sin introducir latencias ni artefactos.
AV1 frente a AVC, HEVC y el futuro AV2: una comparación técnica
Desde el punto de vista de ingeniería de vídeo, la transición que está viviendo Netflix se puede resumir con algunas comparaciones simplificadas:
Tabla 1 – Cápsula técnica de códecs en el entorno de Netflix
| Códec | Arquitectura y toolset clave | Compresión vs H.264 (orientativo) | Complejidad de codificación | Uso típico actual en Netflix |
|---|---|---|---|---|
| H.264 / AVC | Bloques 16×16, CABAC/CAVLC, predicción intra/inter clásica | Base | Baja–media | Dispositivos legacy, SD/HD |
| HEVC / H.265 | CTUs hasta 64×64, divisiones CU/PU/TU flexibles, SAO, ALF | ~40–50 % mejor en muchos casos | Alta | 4K/HDR en dispositivos sin AV1 |
| AV1 | Superbloques 128×128, tiling, warp, filtros avanzados, FGS, herramientas intra/inter muy ricas | ~30 % o más mejor que AVC; muy competitivo frente a HEVC | Muy alta (orden de magnitud superior a AVC en codificación) | Segundo códec más usado; perfil preferente en nuevos dispositivos |
| AV2 | Siguiente generación (mayor granularidad, mejores predictores, pensado para AR/VR, multiview) | Se espera mejora clara sobre AV1 (sin cifras finales aún) | Previsiblemente muy alta | Especificación prevista para finales de 2025; sin despliegue comercial aún |
Las cifras de compresión dependen de contenido, configuración y métrica, pero son consistentes con estudios públicos y pruebas de laboratorio.
Tabla 2 – Efecto práctico en experiencia de usuario (simplificado)
| Métrica | AVC | HEVC | AV1 (Netflix, datos recientes) |
|---|---|---|---|
| Calidad VMAF (referencia) | 100 (base) | ~110 | ~114,3 (≈ +4,3 vs AVC; +0,9 vs HEVC) |
| Bitrate relativo para igual calidad | 100 % | ~70–75 % | ~66 % (≈ un 33 % menos que AVC/HEVC) |
| Interrupciones por buffering | 100 (base) | Menos que AVC | ~55 % (≈ 45 % menos que AVC/HEVC) |
Coste computacional: el peaje de la eficiencia
La cara menos visible de AV1 es su complejidad de codificación:
- Codificar en AV1 con presets de calidad alta puede ser decenas de veces más lento que hacerlo en H.264, incluso utilizando aceleración masiva y granjas de codificación a escala de hyperscaler.
- Para un usuario final que quiere recomprimir un vídeo doméstico, esa penalización puede ser excesiva.
- Para Netflix —y otros actores de gran escala— el análisis es diferente: el coste en CPU/GPU se compensa con el ahorro permanente en ancho de banda y la reducción de incidencias.
Este es uno de los motivos por los que AV2 tardará en llegar al usuario incluso cuando la especificación esté lista: habrá que esperar a:
- Que existan encoders suficientemente optimizados (posiblemente con aceleración específica en GPU y ASICs dedicados).
- Que el parque de dispositivos empiece a incorporar decodificación AV2 por hardware.
- Que el equilibrio “coste de codificar vs ahorro en bits” salga a cuenta en el contexto de cada proveedor.
Mientras tanto, AV1 se mantiene como el punto de equilibrio realista: lo bastante eficiente para justificar su uso a gran escala, y ya soportado por la mayoría de los dispositivos nuevos.
Directos y cloud gaming: los próximos campos de batalla
Más allá del vídeo bajo demanda, Netflix apunta a dos áreas donde AV1 puede marcar la diferencia:
- Streaming en directo a gran escala
- Eventos con decenas de millones de espectadores concurrentes.
- La capacidad de AV1 para reducir bitrate manteniendo calidad es clave para que el peak de tráfico sea manejable.
- La codificación en directo exige perfiles de baja latencia (low-delay, chunked encoding) y encoders extremadamente optimizados, un área donde aún se está madurando.
- Videojuegos en la nube
- Cada acción del jugador debe reflejarse en pantalla en milisegundos.
- AV1 permite cuadros más pequeños para una misma calidad, lo que reduce el tiempo de tránsito en la red y mejora la resiliencia ante fluctuaciones.
- El reto aquí es doble: mantener latencias bajas de codificación y garantizar que el decodificador del dispositivo puede seguir el ritmo a 60 fps (o más) de forma estable.
En ambos escenarios, AV2 podría aportar aún más eficiencia en el futuro, pero solo cuando existan encoders y decoders preparados para trabajo en tiempo real.
Conclusión: AV1 como columna vertebral del streaming moderno, AV2 como siguiente etapa
El dato de que tres de cada diez horas de visionado en Netflix ya se emitan en AV1 no es solo un hito de marketing: es la señal de que el códec abierto de AOMedia se ha convertido en pieza estructural del stack de vídeo de la plataforma.
A corto y medio plazo, el panorama es claro:
- AV1 seguirá ganando terreno dentro de Netflix y en el resto de la industria, empujado por la mejora en calidad, el ahorro de ancho de banda y la presión de servicios y fabricantes que ya lo consideran imprescindible.
- HEVC mantendrá su papel en dispositivos sin soporte AV1, especialmente en 4K/HDR, pero previsiblemente irá perdiendo peso relativo.
- H.264 permanecerá como códec de compatibilidad mínima, necesario para equipos antiguos y algunos navegadores.
- AV2 llegará primero al papel (especificación) y a laboratorios; solo más tarde, cuando haya hardware y tooling adecuado, empezará a verse en servicios comerciales de forma masiva.
Para el usuario, todo esto ocurre de forma silenciosa: no ve menús de códecs, solo nota que las series se ven mejor, gastan menos datos y se cortan menos. Para los equipos de ingeniería, en cambio, AV1 —y mañana AV2— son una de las palancas técnicas más poderosas para seguir escalando el vídeo en internet sin ahogar las redes ni sacrificar la experiencia.